sábado, 14 de mayo de 2011

Satie

No puedo fotografiar esto que pasa. Ni siquiera sé darle un nombre exacto. Hablo de la bruma primera del día, donde la forma aún no resulta definitiva, y queda una especie de musitar que acaba de abandonar la noche. Ese musitar pequeño no puede ser retratado plenamente más que como una marisma de luz y de tactos.
Y más ahora. Y más hoy.
El azul no es azul, y el sol no es sol. Todo ocurrirá como sucede cada día, y el azul será azul, y el sol será sol, pero aquí, en esta bruma, de aves y bostezos, todo está por realizarse.
Y así, es un poco imposible de detener en un retrato, porque se va filtrando con los hechos.
Y así, también, es un poco perfecto.

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