pequeñas bolitas de barro / redondeadas por la presión de los dedos /
perfeccionadas / con nuestra propia saliva / estábamos ahí / bajo los
olmos y los chopos / acariciando la arcilla / redondeces de barro / tan
bellas en su hacer / tan correosas / nos asistía la hora del recreo /
había gritos / había una vibración perenne / el ronronear de los otros /
cuando el barro / y el sol que se atrevía / a secar nuestras pisadas / y
nuestra obra esférica
miércoles, 27 de junio de 2012
miércoles, 6 de junio de 2012
Olvido
Alguien debería dedicarse a recoger los animales muertos de las autovías. Alguien debería recoger esos cuerpos desmembrados y despedirlos.
Alguien miraría hacia abajo y llevaría los cadáveres tibios, más allá de la cuneta, donde casi hay silencio. Donde casi hay silencio junto a los matorrales y los juncos, y a la brisa que los atraviesa.
Alguien miraría hacia ese olvido del mundo.En ese olvido del mundo donde casi hay silencio alguien se sentaría sobre un puñado de tierra árida. Alguien se sentaría y escucharía la vibración y el eco del otro lado del mundo.
Alguien miraría hacia abajo y llevaría los cadáveres tibios, más allá de la cuneta, donde casi hay silencio. Donde casi hay silencio junto a los matorrales y los juncos, y a la brisa que los atraviesa.
Alguien miraría hacia ese olvido del mundo.En ese olvido del mundo donde casi hay silencio alguien se sentaría sobre un puñado de tierra árida. Alguien se sentaría y escucharía la vibración y el eco del otro lado del mundo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)