jueves, 2 de junio de 2011

Sonidos

[El ruido de las moléculas. Su susurro. El crujir de la materia. Todo está sucediendo, como una melodía que no llega a agotarse. El ruido molecular, todas las vidas haciéndose. Tus ideas, las moléculas de tus ideas, entrelazándose, las unas con las otras, formando una cadena de raíces, anudadas, enredadas. -Mas allá de allí, tal vez esté el aleph. La contemplación del todo. La absoluta conciencia-. Los acordes del silencio no cumplen patrones estables; nacen de la fusión nerviosa de todos los compuestos].

Me tumbo en el parquet. Intento imaginar las entrañas de la madera.
¿Cuándo la luz entra, así, tangencialmente, y se deja caer sobre el sofá, la mesa, mis propias piernas... estará sonando? ¿Puedo escuchar esta luz?

Pasa esto.
Vibro como una cuerda de guitarra metálica, en una ondulación sin fin.

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