lunes, 18 de enero de 2016

Notas al margen. Física.

El profesor de física explicó e insistió  en que siempre había un espacio entre dos objetos que, en apariencia, permanecen en contacto. Aunque cojas un vaso, un libro, una mano, siempre hay una distancia entre tu piel y lo otro. Hice la prueba juntando dos dedos y mirándolos de cerca. Aunque sea un dato prescindible, la distancia es del color verde que tienen las mesas de los institutos. Es de un verde casi idéntico al de la catarata que se había formado entre mis dos dedos.

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