Cada mañana
me extirpo de mí a mí.
Por eso voy dando tumbos.
¿Cómo no?
No sé quién seré
de aquí a dos meses.
Mis versiones precedentes
siguieron su rumbo.
No sé dónde paran,
qué habrá sido de ellas.
Me gusta pensar que todas
quedaremos obsoletas.
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