domingo, 4 de diciembre de 2011

Reverberación (cambio de registro; cuaderno de pruebas...)

Hay alguien más aquí. Hace semanas que lo sospecho. Pero ahora lo sé.

No tiene nada que ver con antes, cuando las pisadas sobre el techo, aunque no exista ninguna vivienda encima. Las pisadas de todas las noches. O la reverberación de la voz. No. Ahora está aquí dentro.

Cuando ando por la cocina, escucho sonidos en el despacho. O si estoy en el dormitorio, se escucha a alguien en la galería. Al acudir, al lugar señalado, no hay nadie, pero queda un eco, casi imperceptible, de un calor humano o de movimientos, de una presencia que acaba de extinguirse.

No me preocupa demasiado. Está bien compartir casa. Además, a veces descubro restos de su cabello en el cuarto de baño. Tiene un pelo fuerte y oscuro.

Y es un alguien limpio.

Creo que puedo estar contenta.

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