domingo, 19 de mayo de 2013

Poética


Otros se han consagrado a la palabra, se han construido una cabaña con palos y quejidos, con noches y más noches y más humo. Tengo aquí yo también la palabra, como un tumor doméstico: tropezamos en el cuarto de baño, desayunamos juntas, nos acercamos, a veces nos hacemos desaparecer. Es palabra también. Se me crece al lado, casi no pongo resistencia, casi que me acuerdo de retenerla y tengo su papel y tengo sus tinturas preferidas. Aquí no hay divinidad. No hay nada sacro. Nos magreamos en pijama y batín, nos babeamos con el aliento caliente de la primera hora. Hay cuando se me sube a las piernas como un perro en celo y hay cuando me recela. Bastante a tientas, sí, bastante derramadas, bastante de no entendemos demasiado, a ver si moldeándonos, a ver si haciendo otros paralelos. Qué se yo. Está aquí, tumoral y turgente, tan gemidora, tan arrebatada. Me la comería toda.  

2 comentarios: